El taller

Oribe Cerámica toma su nombre de una corriente artística japonesa que surgió a finales del siglo XVI. Esta cerámica destacaba por romper con lo tradicional, ofreciendo piezas asimétricas, con texturas únicas y esmaltados impredecibles.

Su esencia celebra lo imperfecto, lo auténtico y la libertad creativa. Es un estilo que invita a jugar y dejarse llevar, desafiando las normas establecidas.

Desde Oribe Cerámica queremos que este enfoque no sea exclusivo de la cerámica, sino una manera de apreciación  para todas las expresiones artísticas. 

Creemos en la espontaneidad, la creatividad y la diversión como motores del arte.